viernes, 23 de enero de 2015

EL RECUERDO DE SI EL PRIMER CHOQUE CONSCIENTE Y LA MENTE SENSUAL

EL RECUERDO DE SI EL PRIMER CHOQUE CONSCIENTE Y LA MENTE SENSUAL
Por: Maurice Nicoll
                         
La Esencia proviene de lo alto y se viste con un cuerpo que esta construido con los materiales aportados por ambos padres, y limitado por ellos.

Mediante el cuerpo la Esencia se pone en contacto con el mundo.

El cuerpo trae lo que ha heredado de los padres.

El cuerpo en si ocupa tres dimensiones.

Lo que es hereditario esta en la cuarta dimensión, esto es, en el tiempo, en la línea de los antepasados.

La Esencia, aunque íntimamente conectada con el cuerpo, no es lo mismo que el cuerpo.

El cuerpo perece, pero la Esencia no.

Cuando, debido a una de las muchas falacias de la mente sensual, nos tomamos a nosotros mismos como nuestros cuerpos, obtenemos una impresión equivocada de nosotros mismos.

De ello resulta que no podemos recordarnos a nosotros mismos.

Ello se debe porque tomamos el cuerpo visible como nosotros mismos y somos incapaces de tener otra idea de nosotros mismos salvo una idea sensual.

Porque para la mente sensual solo existe lo que puede ser aprehendido por los sentidos externos.

Para ella, por lo tanto, la muerte del cuerpo es el fin del hombre y todo lo que se diga en contra es tontería.

Una vez hice una colección de los epítetos característicos empleados por la gente sensual.

Tonterías, cuentos de hadas, farsas, idioteces, ñoñerías, palabras sin sentido, insensateces, niñerías, etc.

Desde luego, la idea de la Esencia carece de sentido.

No se la puede ver.

Nunca se ve lo que ordena las cosas.

Ahora bien, la mente sensual en nosotros no es capaz de admitir que el natural mundo tridimensional depende y esta ordenado por un mundo sobrenatural en otras dimensiones.

Ni tampoco puede aprehender que la Esencia entre y salga por una dimensión no accesible a nuestros muy limitados sentidos.

Pero la mente que piensa psicológicamente es capaz de captarlo.

También nos permite recordarnos a nosotros mismos.

Les he señalado muchas veces que la Oración del Señor empieza con el Recuerdo de Si —pues cualquiera plegaria que no lo hace es fraudulenta y pura pérdida de tiempo—.

Dice: "Padre nuestro que estas en los Cielos." Ignora completamente al padre que nos proporcionó la mitad del material de construcción para nuestros cuerpos.

Se refiere a la Esencia, para la cual no hay padre en esta tierra.

Pues bien, cuando vemos todo esto con nuestra comprensión interna, empezamos a recordarnos a nosotros mismos.

La mente sensual, que solo se basa en la evidencia de los sentidos, cuando se le habla acerca de estas cuestiones las niega y no puede hacer de otro modo.

En realidad no habría que decirle tales cosas, salvo en parábolas o de la manera indirecta que emplee el Trabajo.

Aquí cabe citar las siguientes palabras: "Por eso les hablo en parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden."

Y otra frase, utilizada en otro lugar, se refiere otra vez a la mente-sensual: "El mundo no puede recibir el Espíritu de Verdad porque no lo busca ni lo conoce."

Nos damos cuenta, pues, cuan necesario es desarrollar el pensar psicológico, aquel que va más allá de los sentidos, para poder captar que tenemos dos fuentes de origen o dos padres, una conectada con el cuerpo y la otra con la Esencia, que lo sensual no busca ni conoce.

Esto hace que el Recuerdo de Si sea posible.

Ahora bien, el hombre no puede cambiar, no puede sufrir ningún psico-transformismo, a no ser que su mente cambie, y su mente no puede cambiar a no ser que el Universo cambie para él, y a no ser que cambie su sentimiento de Yo.

Grábenlo cuidadosamente y reflexionen sobre este particular.

Tener los mismos pensamientos y las mismas perspectivas del mundo y el mismo sentimiento de Yo que siempre se tuvo, significa que una persona es exactamente lo que siempre fue y si piensa de otro modo se engaña a si misma.

Y esto a todos nos gusta hacer.

Cambio significa definitivamente cambio; y en este caso cambio significa cambiarse a sí mismo —en todas las direcciones—.

Si usted cambia, el Universo cambiará y cambiará su sentimiento de Yo.

Ahora bien, si piensa según las ideas que el Trabajo le enseña, empezará a pensar diferentemente, y este es el punto de partida de todo lo demás.

Este Trabajo trata de enseñarle a pensar de una manera nueva, acerca de lo que es usted y de lo que es el mundo.

Cuántos son los que oyen; pero que no oyen.

Se le dijo al Sr. O. en sus experimentos acerca de cambiar el sentimiento de Yo temporaria y artificialmente —después de haber pasado por la región habitada por tramposos, esto es, por "Yo" que le mentían e intentaban atraerlo y engañarlo, como suelen hacer tantos— que debía "pensar en otras categorías".

Esto significa pensar de una manera nueva.

Se le mostró, por ejemplo, que ya no podía pensar en si mismo como siempre lo hizo.

Era necesaria otra categoría.

Recordaran que cuando, bajo la influencia de una droga, paso a través de lo que llamaba el segundo umbral, tuvo el sentimiento de haber estado en contacto con otra persona que era él mismo.

Dice: "Me puse en contacto conmigo mismo, con el sí que esta siempre conmigo, y siempre me decía algo que no podía comprender y ni siquiera oír en los estados corrientes de conciencia. ¿Por qué? Porque en el estado ordinario de conciencia miles de voces están creando al mismo tiempo lo que llamamos nuestra conciencia, nuestros pensamientos, sentimientos y estados de ánimo, nuestra imaginación. Esas voces ahogan el sonido de la voz interior."

Agrega que, solo cuando el clamor de esos "Yo" son aquietados por algún medio, puede oírse la otra voz.

En mi caso esto será yo mismo, no Nicoll.

Ahora bien, en nosotros la mente sensual es muy poderosa.

A menudo nos domina durante días.

Dice: "Yo soy Nicoll."

Para ella no existe otro sí que el sí corpóreo y el cerebro visible.

No puede haber un sí conectado con la Esencia, distinto por su origen del sí corpóreo.

El piano y el pianista son la misma cosa.

Pensar de otro modo seria pensar acerca de uno mismo en una categoría no-sensual.

Empero, conozco por experiencia que hay en mí otra persona más esencial y real que Nicoll.

Esta persona, que es yo mismo, no habla mi lenguaje.

Por esta razón es necesario que intente estudiar su lenguaje, que no es idioma nacional y que a veces solo se expresa por sentimientos cambiantes, delicados y coloreados, como flores (que Nicoll pisotea con zapatones), y a veces por cosas y personas vistas, como en una comedia, y otras veces, por significados súbitos, sin palabras, que conectan una cosa con otra.

Lo que esa persona, que es yo mismo, me comunica, nunca lo hace, al parecer, en términos sencillos e inequívocos de sí o no, sino que se presentan en una forma elevada de paradojas, muy irritantes para la practica mente sensual.




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