EL HOMBRE HA
NACIDO PARA RECORDARSE A SI MISMO
Por: Maurice
Nicoll
IDEA-TRABAJO
El hombre ha
nacido para recordarse a si mismo pero, como fue criado entre gente dormida, se
ha olvidado de hacerlo.
COMENTARIO
Hemos hablado
la última vez del recuerdo de si y del si que ha de recordar.
A veces una
parte valiosa de nosotros se extravía.
Cabe decir que
se ha quedado dormida.
Por otra parte,
muy bien se podría decir que se le ha descuidado perdiéndose contacto con ella.
Esto suele
suceder cuando hace algún tiempo que no se trabaja ni se reflexiona sobre las
ideas del trabajo, y se las ha olvidado.
Es en esos
momentos en que suele extraviarse una parte valiosa de uno mismo.
Más tarde uno
se despierta, pero no repara que un si, un "Yo", o un pequeño grupo
de "Yoes" no esta mas.
Cada trocito de
verdad que se ha logrado en el Trabajo prestándole atención y experimentándolo
mediante su aplicación practica a uno mismo ha de mantenerse unida, de otro
modo las cosas suelen perderse.
El tiempo es
una dimensión —de distancia psicológica.
Es preciso
mantenerse firmemente en el trabajo personal.
La verdad es,
en el simbolismo esotérico, de plata.
Todas las
verdades que se han experimentado en el Trabajo han de mantenerse unidas en los
Centros Intelectual y Emocional, y en las muy distintas memorias que se
conectan con estos dos centros.
Recordemos la
parábola de la mujer que perdió su moneda de plata:
"¿Oh que
mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y
barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?"
(Lucas XV, 8).
Su casa es ella
misma, su propio ser, y la píala una
verdad, algo que ha comprendido y luego perdido.
En muchos
antiguos escritos sobre psicología esotérica, nos dicen que no debemos permitir
que las cosas se enfríen demasiado.
La
transformación del ser es un proceso que no puede interrumpirse por demasiado
tiempo como tampoco lo puede hacer un huevo que se esta incubando.
Pues bien,
volvamos a referirnos al acto de
Recuerdo de Si.
Es la cosa mas
importante en el Trabajo y la que menos se intenta.
Si pudiéramos
recibir la vida en el Trabajo empezaríamos a despertar del estado de sueño en
que nosotros y toda la humanidad estamos sumidos, dándole el nombre de
conciencia, o tomándolo equivocadamente por conciencia.
Si el Hombre
llegara a ser realmente consciente, todo cambiaría.
Este Trabajo se
refiere a llegar a ser más consciente.
Si —.pero que
significa esto?
Significa que
hay que alcanzar el nivel de otra clase de conciencia, llamada Recuerdo de Si;
Percepción de Si y Conciencia de Si.
Nunca se
reflexionara bastante sobre este particular, nunca se lo recordara bastante.
Para alcanzar
ese nivel hemos de tener algo que nos eleve, un ascensor.
El trabajo y su
manera de pensar es el ascensor.
Por medio de
nuestros pensamientos, que son los de la gente dormida que imagina estar
plenamente consciente, no podemos alcanzar los pensamientos que pertenecen a la
gente que se baña en la Luz del Recuerdo de Si y contempla el significado de la
existencia desde ese nivel
Pero este
Trabajo, que proviene de hombres conscientes, pertenece al pensamiento situado
a ese elevado nivel y es esto lo que tratamos de imitar.
Debilita el
poder que la vida externa ejerce sobre nosotros, porque debilita el pensar
mecánico inducido por la vida sensual y su aparente realidad.
La mente debe
ser remodelda.
Ahora bien, si
la vida entrante, que penetra en nosotros en la forma de impresiones por la vía
de los sentidos, pudiera caer en el Trabajo, la energía quedaría transformada.
Esta idea es
presentada por el diagrama del Primer Choque Consciente.
Ahora bien, por
lo común, no recibimos la vida en el Trabajo, sino directamente.
Primero, esto
ocurre así porque no hemos construido el sistema de pensar llamado el Trabajo
en nosotros mismos, y así recibimos la vida en nuestra psicología adquirida,
mecánica, a la que tomamos equivocadamente por nosotros.
Segundo, porque
por mucho tiempo no vemos diferencia alguna entre la vida y el Trabajo, aun
después de años de practica de no identificación.
Leemos los
diarios y nos sentimos conmovidos.
El Trabajo dice
que el Hombre, en su nivel actual de conciencia, no puede hacer.
Nos sorprende y
nos deprime el que el Hombre no pueda hacer
—no pueda detener las querellas y las guerras, etc.
Si recibiéramos
la vida en el Trabajo, no nos sentiríamos sorprendidos ni deprimidos, y así la
vida no nos haría negativos.
Pero puesto que
no nos recordamos a nosotros mismos y así transformamos los efectos de vida,
llegamos a ser negativos.
De hecho, somos
impulsados por la vida, por lo que sucede, y no tenemos nada de interno con lo
cual resistir.
Así somos
maquinas, tal como lo ensena el Trabajo, impulsados por la vida y sus
aconteceres.
En otras
palabras, no existimos —sin embargo fuimos creados para existir— para ser —para tener un ser además de la maquinaria—.
Esta es nuestra
tarea —crearnos a nosotros mismos—.
Ahora bien, la
gente —la humanidad— que vive en el segundo estado de conciencia, el denominado
estado de conciencia despierta, nunca podrán entenderse los unos a los otros.
Esto, en
esoterismo, fe llama el Círculo de Babel o la Confusión de las Lenguas.
No quiere decir
meramente las lenguas literales —los idiomas—.
Solo la gente
que logra el Tercer Estado de Conciencia puede empezar a entenderse
recíprocamente.
Un Hombre
Numero 1 no puede entender a otro Hombre Número 1, ni tampoco un Hombre Numero
2 o Numero 3 puede entender a la gente de su respectivo tipo.
Por eso el
Trabajo dice: "El Hombre no puede hacer"
—esto es, mientras no despierte—.
Imaginen lo que
sucedería si todos comprendiéramos que no somos propiamente conscientes y nos
asemejamos a gato dormida que quiere alcanzar un fin común —cada cual
identificado con — sueños—.
Ahora bien. El
Circulo Consciente de la Humanidad empieza con aquellos que han alcanzado el
Tercer Estado de Conciencia —mediante un arduo trabajo sobre si.
Aquí, obtienen
la ayuda de los Centros Superiores —encuentran otra manera de comprender sus
problemas vitales aparentemente insolubles—.
Esta es una
idea interesante.
Si se pudiera
hallarle solución a la vida, entonces este Trabajo no tendría razón de ser.
Este Trabajo se
propone hacer que la vida sea posible en el sentido que, tal como dice, no se
puede entender la vida salvo en función de alguna otra cosa.
Esta otra cosa
es el Trabajo. Por lo tanto, si el Trabajo cayera internamente en el Trabajo,
despertaríamos.
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