DEBEMOS SENTIR EL
AHORA
RECUERDO DE SI
Para sentir el ahora es menester recobrar la
conciencia.
Únicamente podremos
sentir el ahora, conteniendo a este hombre del tiempo que gusta pensar acerca
de la existencia de una manera propia.
El ahora penetra en nosotros con un
sentido de algo superior al tiempo que pasa.
El ahora contiene todo el tiempo, toda
la vida, y el eón de la vida.
El ahora es el sentido del espacio
superior.
Y aquí las decisiones
del hombre del tiempo no tienen ningún valor, pues ninguna de ellas surge del ahora.
Todas las decisiones
que pertenecen a la vida en el tiempo, al éxito, a los negocios, a la
comodidad, son decisiones acerca del 'mañana'.
Todas las decisiones
acerca de lo que debemos hacer, acerca de cómo hemos de obrar, son decisiones
del mañana.
Lo único que vale es
lo que se hace en el ahora.
Y esta es siempre una
decisión acerca de uno mismo y con
uno mismo, aun cuando sus efectos pueden tocar a otras gentes 'mañana'.
El ahora es espiritual.
Es una condición del
espíritu cuando se encuentra por encima de la corriente de las asociaciones
del tiempo.
Los valores espirituales
nada tienen que ver con el tiempo.
No están en el
tiempo, y no son asunto del tiempo.
A fin de poder
retener el impacto o la impresión de su verdad, hemos de luchar con el tiempo,
con toda noción de que es algo que pertenece al tiempo, y que el paso de los
días lo aumentará.
Pues de lo contrario
nos será muy fácil pensar que es demasiado
tarde; nos será muy fácil disponer de esta excusa favorita del tiempo
que pasa.
El sentimiento del ahora, es el sentimiento de certeza.
En el ahora se detiene el tiempo que pasa.
Y es en esta
detención del tiempo cuando la propia comprensión tiene poder sobre uno.
Uno sabe, ve y siente
en sí mismo, aparte de las cosas externas; y, sobre todo, uno es.
Este es el estado de
la fe como yo entiendo que significó originalmente; es el sentimiento cierto
de que algo hay por encima del tiempo que pasa.
Maurice Nicoll
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